El ojo seco es una irregularidad ocular en la que el ojo produce una cantidad de lágrimas insuficiente, o una lágrima de mala calidad, que hace que se evapore rápidamente, generando una mala lubrificación del ojo y provocando importantes molestias.
Se estima que entre un 10% a un 25% de la población padece ojo seco.
QUE LO PRODUCE:
Múltiples factores que pueden ocasionar la aparición del “ojo seco”:
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Envejecimiento del paciente, (a partir de los 50 años).
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Cambios hormonales: la menopausia.
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Humo del tabaco.
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El uso inadecuado de lentes de contacto
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Leer durante durante largos periodos de tiempo sin descanso ocular, o el uso intensivo dispositivo electrónicos, (móviles, pantallas, Tv)
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Ambientes secos (aire acondicionado, sistemas de calefacción, cabinas de avión).
Algunas enfermedades como la diabetes, el lupus, la artritis reumatoide o el síndrome de Sjorgren pueden contribuir a la aparición de ojo seco.
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Algunos medicamentos (Antidepresivos, Antiácneicos, etc...)
SINTOMAS:
Algunos de los síntomas que nos pueden indicar estar ante un caso de ojo seco, además de sequedad ocular, son:
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Ardor: sensación de quemazón.
Ojos llorosos, ya que la sequedad de la superficie del ojo estimula la producción del componente acuoso de las lágrimas como mecanismo de protección.
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Picor: sensación de picazón en los ojos.
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Enrojecimiento.
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Sensación de arenilla.
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Malestar al realizar tareas cotidianas como la lectura, conducción o fijar la mirada en una pantalla de televisión, así como por la intolerancia a las lentes de contacto.
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Fotofobia (hipersensibilidad a la luz)
Tratamiento:
Lágrimas artificiales
El tratamiento clásico más extendido consistía en la aplicación de lágrimas artificiales sin conservantes, para ayudar a mantener la humedad que precisa el ojo.
Además, también se recomienda estar alejado de ambientes secos, corrientes de aire, del humo del tabaco y de los aires acondicionados, que pueden irritar mucho nuestros ojos ya que favorecen la evaporización de la lágrima.
También es aconsejable utilizar en invierno un humidificador e incluso gafas de sol protectoras todos los meses del año.
Por otro lado, es conveniente parpadear con frecuencia, limpiar las pestañas (donde se encuentran las glándulas lagrimales).